Viernes, 18 de Mayo de 2018
Solicitar a los candidatos presidenciales que informen sobre su estado de salud no debe considerarse como un ataque ni como “guerra sucia”, sino como una acción apropiada dentro de una democracia. ¿Por qué? ¿Qué nos puede interesar algo que, en otro contexto, sería un tema estrictamente personal?.
Me refiero en concreto a la salud de Andrés Manuel López Obrador, quien en 2013 sufrió un infarto y una intervención quirúrgica como consecuencia de ello. Según ha declarado él mismo, es hipertenso y toma un conjunto de medicamentos todos los días.
#SomosElFrente