Vaya golpe de realidad la que le están dando sus propios actos a Napillo, y es que después de robar, traicionar, engañar, extorsionar y demás actos bajos que ha cometido por más de 20 años, éstos por fin lo están alcanzando.
Ya es de dominio público que la nueva administración se está deslindando de él y de la larga lista de delitos y actos de corrupción que lo acompañan, empezando por el fallo que tendrá que dar la Suprema Corte de Justicia el próximo 9 de octubre en torno a los mil millones de pesos que Napoleón Gómez Urrutia robó desde hace décadas y que todo parece indicar que los deberá devolver a sus dueños: los mineros.
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