A través de un comunicado, la empresa siderúrgica dio a conocer su decisión derivada de repetitivos problemas generados por el sindicato que encabeza Napoleón Gómez Urrutia, los que tornaron incosteables las operaciones de la citada mina.
Manifiestan que los continuos conflictos causados por dirigentes afines a Gómez Urrutia, generaron un clima laboral altamente negativo, con “rompimiento constante de la disciplina, boicoteo, daños a los equipos y otras conductas inadmisibles”.
Esto se determinó como resultado altos costos operativos y la progresiva disminución de producción y productividad, lo que hizo incosteable e inviable la operación.
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