Un retrato de Napoleón Gómez Urrutia, aspirante de Morena a un lugar en el Senado, salió de los trazos de distintas organizaciones sindicales, encabezadas por la Unión Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos. Lo pintan como un hombre que no es perseguido político, que no es trabajador minero, que no representa a los miembros del sindicato minero. En un desplegado, lo dibujan como que tiene cuentas pendientes con la justicia, impostor, dirigente sindical de cuello blanco, oportunista y desleal. Las organizaciones gremiales consideran que Napito no debe ser senador plurinominal, el Sanado es para los mexicanos. "El pueblo no lo merece en el Congreso". ¿Servirá de algo la campaña de los sindicatos? ¿Valdrá de algo la campaña de los sindicatos? ¿Vldrá de algo el recurso legal de los mineros para evitar que Gómez Urrutia tenga fuero?
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