Una vez más se la aplicó al Gobierno Federal, y es que a unas horas de haber firmado un acuerdo para poder reabrir operaciones en la mina San Rafael en Cosalá Sinaloa, Napoleón Gómez Urrutia, fiel a sus costumbres, se desistió de lo acordado y empezó a poner trabas para no cumplir con el arreglo y entorpecer dicha apertura.

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