Y ahora resulta que Napoleón Gómez Urrutia, Napillo, sale indignado a pedir que se haga una investigación de fondo por el reciente accidente en la mina de carbón de Sabinas en Coahuila. Pero, ¿quién le cree? Absolutamente nadie, todos saben que si asomó la cabeza fue por oportunista, por hacerse publicidad y para seguir engañando con su falsa empatía y solidaridad con el gremio minero.

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