Por si no hubiera sido suficiente, topar a 90 días y reducir casi en 90% las utilidades de los mineros y de todos los trabajadores de México, con tal de sacrificarlos y él generar su propia cuota económica y política, Napoleón Gómez Urrutia vuelve a jugar en contra de la clase trabajadora y ahora a manera de disparate, está impulsando y promoviendo que los pilotos puedan iniciar su jornada laboral estando crudos. Pero esto no es un chiste, sino que, como lo hace con los mineros, Napillo está negociando con la seguridad, pero ahora de todos los mexicanos.
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