¿Charro?, no, ¡charrísimo! Y es que Napillo ya no halla cómo seguir comerciando, intercambiando y lucrando con los mineros. El oportunista no sólo doblega a los trabajadores ante el Gobierno, también los sobaja frente los empresarios: lo vemos con Carlos Slim en la mina Tayahua, lugar donde reina el terror y la amenaza hacia los mineros por parte de Napoleón Gómez Urrutia ante cualquier manifestación de inconformidad contra el empresario, aún se trate de un tema de seguridad en la mina pues siempre ha utilizado a los compañeros para explotarlos y buscar beneficio propio, que casi siempre se ha traducido en carretonadas de dinero.