ACORRALADO. El que la está pasando mal en el actual entorno festivo de cambio de administración federal es el prófugo dirigente minero Napoleón Gómez Urrutia, quien parece augurar que pasará una amarga navidad.

En la visita de la semana pasada de Enrique Peña Nieto a Ottawa, la capital de Canadá, no hubo ninguna manifestación en el sentido de que habría interés en un encuentro con Napito, por tratarse de un prófugo de la justicia que enfrenta procesos penales por la administración fraudulenta de los 55 millones de dólares del fideicomiso minero.

Además, en días pasados el juez 13 de Distrito del Distrito Federal en Materia Penal negó nuevamente un amparo a Gómez Urrutia, con lo cual se mantiene vigente la ficha roja de la Interpol para que Gómez Urrutia sea aprehendido en cualquiera de las 188 naciones en donde opera la Policía

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Crónica

11 de Diciembre de 2012