Después de sus plácidas y lujosas vacaciones por Europa, el mitómano de Napillo regresó a México, asegurando que ganó una batalla legal contra sus propios agremiados, pues, según él, la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo amparó en el caso del desvío de mil millones de pesos. Pero no fue así. Que no se equivoque, lo que realmente sucedió fue que los ministros le otorgaron un amparo para que se unieran los expedientes de los miles de estafados por Napoleón Gómez Urrutia, y entonces él les pague y devuelva todo lo que les robó.

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