Vaya momento el que estamos viviendo los trabajadores, donde los dizque líderes sindicales pasaron de ser charros a auténticos agachones, para terminar siendo expertos en el entreguismo al sistema. No son líderes, son pagados para callar. No nos equivoquemos, no representan a los trabajadores, representan sus propios intereses. Son los mismos de siempre mezclados con el exprófugo de la justicia que le robó mil millones de pesos a los mineros. “Por ahí dicen que se juntó el hambre con las ganas de comer”.
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