En el 81 aniversario del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, liderado por Napoleón Gómez Urrutia desde Vancouver, Canadá, no hay nada que festejar.
En 2006, Gómez Urrutia fue acusado del desvío de 55 millones de dólares del fideicomiso para los trabajadores de minera Cananea, dinero del que hasta el momento se desconoce su destino, afirmó el secretario general del Sindicato Nacional Minero Metalúrgico Carlos Pavón.
En ese año, Pavón era el secretario de Asuntos Políticos de ese sindicato, pero decidió crear su propio gremio y arrebató a Napito 20 secciones que aglutinan a más de 14 mil trabajadores.
Aseguró que la organización que aún mantiene Urrutia, desde el exilio y tras diversos fallos del Poder Judicial, "quedó disminuido, no tiene nada que festejar, se ha hecho pequeño y ha perdido más de 50 secciones de las 70 que tenía".