- Asegura sección 120 del Sindicato que Napoleón Gómez Urrutia nunca fue minero

- Se integra al Frente de Renovación Nacional del Sindicato Minero

- Pronto se podrá convocar a elecciones para elegir a nueva dirigencia

 

En poco tiempo el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros podrá retomar el camino de la legítima representación y defensa de los derechos y condiciones de sus agremiados, pues el número de mineros inconformes con la actual dirigencia y sus prácticas antidemocráticas aumenta a pasos agigantados.

Las filas del Frente de Renovación Nacional del Sindicato Minero se engrosan con la integración de la sección 120 de la Cienega, Durango, en la que asegura Gómez Urrutia haber laborado.

Dichos trabajadores, han decidido levantar la voz para denunciar que Gómez Urrutia no los puede representar ya que nunca ha sido trabajador minero.

En una más de sus mentiras, Gómez Urrutia afirmó haber laborado en la sección de la empresa Peñoles, lo que a todas luces es falso, pues no conoce la vida y la lucha de los mineros del país, y sólo los ha utilizado para su beneficio personal y el enriquecimiento de sus familiares y allegados.

La totalidad de los 450 trabajadores que integran la sección determinó de manera unánime y en una Asamblea, sumarse a las filas del Frente para recuperar a su organización sindical, a través de la convocatoria a una Convención en donde se lleven a cabo nuevas elecciones de la dirigencia.

El secretario general de la sección que pertenece a Grupo Peñoles, Cirilo Hernández, y el secretario del Trabajo, Antonio Gutiérrez, coincidieron en que la determinación de los trabajadores es una muestra más de que los mineros del país desprecian la manera en que Gómez Urrutia ha desprestigiado a su Sindicato, y lo ha llevado al borde de la desaparición con prácticas discrecionales, autoritarias y fraudulentas.

Entre las muchas irregularidades que ha llevado a cabo la actual dirigencia se encuentran los “supuestos” aumentos salariales que Gómez Urrutia dice acordar con las empresas mineras, aumentos que los compañeros no han visto reflejados en sus pagos, además de que nunca se han mostrado los documentos que sustentan los presuntos convenios.

Gómez Urrutia ignora de manera deliberada que los ingresos del Sindicato deben ser informados ante la base trabajadora, pues no ha rinde cuentas o presenta la documentación sobre las cuotas sindicales, los 55 millones de dólares del fideicomiso minero, ni de las aportaciones solidarias de las secciones del sindicato o de otras organizaciones nacionales e internacionales.

Cabe destacar que recientemente se le exigió a todas las secciones del sindicato que donaran un día de salario por trabajador para mantener su descabellada lucha de resistencia, la cual sólo ha afectado a los mineros del país, y para lo único que sirve es para pagar su manutención y lujos en el extranjero.