El arte de fingir demencia o bien de hacerse, como dirían en mi pueblo “bien wey”, tan sólo es una sugerencia, y es que así podría llamarse cualquiera de los pasquines que ha escrito Napoleón Gómez Urrutia o podría ser el título del próximo, donde narre cómo es que por más de dos años hizo propaganda para que en el Senado se aprobara una reforma que modificó un criterio que le quitó en algunos casos 80% de lo que recibían los trabajadores del reparto de utilidades.

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