En una entrevista radiofónica el dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, señalaba que su regreso al país desde su exilio dorado en Canadá llegaría cuando tuviera la constancia de haber alcanzado la senaduría plurinominal bajo el manto de Morena, es decir, cuando lo cubriera la capa el fuero.

Me refiero en concreto a la salud de Andrés Manuel López Obrador, quien en 2013 sufrió un infarto y una intervención quirúrgica como consecuencia de ello. Según ha declarado él mismo, es hipertenso y toma un conjunto de medicamentos todos los días.

Existen algunos videos que muestran momentos en que luce mareado, desorientado o a punto de desvanecerse y hace unos días, fuentes que pidieron el anonimato informaron al director de etcétera, Marco Levario Turcott, que el candidato fue internado a principios de abril pasado debido a la cardiopatía que padece. Además, que le fue recetado un medicamento llamado quetiapina, clasificado como antipsicótico, pero que sirve para tratar una variedad de condiciones.

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